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FABA Informa: Microbiota, microbioma, prebióticos y probióticos

/Fuente: Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires FABAInforma/



Presentamos algunas definiciones obtenidas de diferentes fuentes, referidas a los términos microbiota y microbioma introducidos en la década del 2000, y a los términos prebióticos y probióticos, usados antes, en la década de 1990. A continuación, nos referimos a un par de trabajos científicos más recientes relacionados a la temática.

Según el tesauro MeSH de Pubmed y ordenados por fecha de incorporación al mismo:

Probióticos: Suplementos dietéticos microbianos vivos que afectan beneficiosamente al animal huésped, al mejorar su equilibrio microbiano intestinal. Los antibióticos y otros compuestos relacionados no se incluyen en esta definición. En humanos, los lactobacilos se utilizan habitualmente como probióticos, como especies únicas o como cultivos mixtos con otras bacterias. Otros géneros que se han utilizado son la bifidobacteria y los estreptococos (introducido en 1998).

Prebióticos: ingredientes alimentarios no digeribles en su mayoría de una base de hidratos de carbono que mejoran la salud humana por la estimulación selectiva del crecimiento y / o la actividad de las bacterias existentes en el colon (Introducido en 2010).

Microbiota: La colección completa de microbios (bacterias, hongos, virus, etc.) que, naturalmente, existe dentro de un nicho biológico particular, tal como un organismo, el suelo, un cuerpo de agua, etc. (introducido en 2014)

El término “microbioma” no está incorporado, como término relacionado podemos encontrar Microbioma Gastrointestinal: Todos los organismos microbianos que existen naturalmente en el tracto gastrointestinal. (Introducido en 2018)

Según Andreu Prados de la Universitat Pompeu Fabra, disponible en De qué hablamos cuando hablamos de microbiota, microbioma y probióticos, las definiciones de tres de estos términos son:

Microbiota: conjunto de microorganismos (principalmente bacterias, pero también arqueas, virus, hongos y protistas) que residen en nuestro cuerpo en números comparables al de las células humanas (aproximadamente 10^14). Aunque la mayoría de estos microorganismos residen en el tracto gastrointestinal, también tenemos microbiota en la cavidad oral y nasofaríngea, en el tracto genitourinario, en la leche materna y en el tracto respiratorio.

Microbioma: se solapa en parte con el de microbiota. Pero específicamente se utiliza para referirse a

  • El hábitat entero, incluyendo los microorganismos, sus genes y las condiciones medioambientales que les rodean. De forma análoga, el microbioma sería equivalente a un bosque entero: todos los organismos pequeños y grandes que habitan en él, el suelo y el riachuelo que transcurre por el medio.
  • La colección de todos los genes de los miembros de una microbiota (incluye las funciones que ejercen los microorganismos). Mientras que el genoma humano consiste en unos 23.000 genes, la microbiota puede albergar una colección de hasta 3 millones de genes que nos ofrecen funciones complementarias a las de nuestras células.
  • La comunidad de microorganismos que residen en un hábitat en particular. En este último caso, el término microbioma se utiliza como sinónimo de microbiota.

Probióticos: microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped.

Microorganismos vivos

Según la Clínica Mayo en la sección “responden los expertos“ de su página web, los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias «buenas» (microbiota normal) del cuerpo. Los prebióticos son alimentos (generalmente con alto contenido de fibra) que actúan como nutrientes para la microbiota humana. Los prebióticos se utilizan con la intención de mejorar el equilibrio de estos microorganismos. El microbioma es el conjunto de bacterias que viven en el intestino que desempeñan una función importante en el mantenimiento de la salud. El microbioma es diferente en todos por factores como el lugar de residencia, el tipo de alimentación y la forma de vida. “Son nuestros colaboradores silenciosos dentro del intestino. Ayudan a producir vitaminas, a preparar al sistema inmunitario y a digerir aquellos alimentos que no podemos digerir. El microbioma puede repercutir sobre las enfermedades y las infecciones que se contraen. Puede también afectar sobre la ganancia y la pérdida de peso, porque el microbioma sirve para determinar cuán bien descompone el cuerpo los alimentos y absorbe sus calorías.

Según Marchesi JR, Ravel J. The vocabulary of microbiome research: A proposal. Microbiome., 3 (2015), pp. 31., la microbiota es el conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, arqueas, virus y parásitos) que reside en nuestro cuerpo, que a su vez pueden diferenciarse en comensales, mutualistas y patógenos. El término microbioma hace referencia a todo el hábitat, incluidos los microorganismos, sus genes y las condiciones ambientales, pero en la práctica ambos términos se usan indistintamente, confundiendo el sufijo bioma (comunidad) con el de oma (conjunto).

Según el diccionario de la RAE, la microbiota es la flora microscópica que reside en un organismo. La palabra microbioma no está incluida en el Diccionario pero hay entradas que se muestran relacionadas, como bioma. Un probiótico, dicho de un microorganismo es el que ayuda a mantener equilibrada la flora intestinal. Si está referido a un producto o a un alimento es el que contiene microorganismos probióticos. El término prebiótico, dicho de un microorganismo es el que favorece la proliferación o la actividad de bacterias intestinales beneficiosas y referido a un producto o de un alimento es el que contiene microorganismos prebióticos.

De acuerdo a estas definiciones parecería que todavía falta hacer avances para clarificar superposiciones y ampliar inclusiones.

Microbiota y cicatrización

En un trabajo reciente ( Małgorzata Zielińska, Agnieszka Pawłowska, Anna Orzeł, et al. En Int J Mol Sci 10 de diciembre de 2023; 24 (24): 17318. doi: 10.3390/ijms242417318) sobre la “Microbiota de heridas y su impacto en la cicatrización de heridas” los autores describen que “La curación de heridas es un proceso complejo influenciado por la edad, las condiciones sistémicas y los factores locales. El papel crucial de la microbiota de las heridas en este proceso está ganando reconocimiento”. Esta revisión concisa describe los impactos de la microbiota de las heridas en la curación, enfatizando distintas fases como la hemostasia, la inflamación y la proliferación celular. Las respuestas inflamatorias, orquestadas por factores de crecimiento y citocinas, reclutan neutrófilos y monocitos para eliminar patógenos y desechos. En particular, las alteraciones de la microbiota se relacionan con cambios en la dinámica de curación de las heridas. Las bacterias comensales influyen en las respuestas inmunitarias, el crecimiento de los queratinocitos y el desarrollo de los vasos sanguíneos. Por ejemplo, Staphylococcus epidermidis ayuda a la progresión de los queratinocitos, mientras que Staphylococcus aureus la colonización impide la curación. Otras bacterias como el grupo A Streptococcus spp. y las Pseudomonas también afectan la cicatrización de heridas. Las aplicaciones clínicas del cuidado de heridas basado en la microbiota son prometedoras, con probióticos y bacterias específicas como Acinetobacter baumannii que ayudan a la reparación de tejidos mediante la secreción de moléculas. Comprender la influencia de la microbiota en la cicatrización de heridas ofrece vías terapéuticas. Los enfoques personalizados, incluidos los probióticos, prebióticos y antibióticos, pueden manipular la microbiota para mejorar la modulación inmune, la reparación de tejidos y el control de la inflamación. A pesar de los avances, persisten preguntas críticas. Determinar la composición ideal de la microbiota para una curación óptima de las heridas, dilucidar los mecanismos de influencia precisos, diseñar estrategias de manipulación efectivas y comprender la intrincada interacción entre la microbiota, el huésped y otros factores requieren una mayor exploración.

La microbiota intestinal y la Esclerosis múltiple

En otro trabajo referido a la Esclerosis Múltiple (EM) (Hadi Atabati, Esmaeil Yazdanpanah, Hamed Mortazavi, et al en Adv Exp Med Biol. 2021:1286:87-105. doi: 10.1007/978-3-030-55035-6_6.) se mencionan los efectos inmunorreguladores de los probióticos tolerogénicos en la esclerosis múltiple. Los autores hacen referencia a “La microbiota intestinal desempeña funciones esenciales en la prevención y progresión de la esclerosis múltiple (EM). La asociación entre la microbiota intestinal y la respuesta del sistema nervioso central (SNC) o del sistema inmunológico de los pacientes con EM se ha documentado en muchos estudios. La composición de la microbiota intestinal podría conducir a una sensibilización o resistencia contra la promoción y el desarrollo de la enfermedad de EM. Los probióticos son la mayor parte de la microflora intestinal y podrían sustituirse por probióticos tolerogénicos que protegen el SNC contra respuestas autoinmunes. Los probióticos tolerogénicos con propiedades antiinflamatorias e inmunomoduladoras tienen efectos sobre la flora intestinal y pueden restablecer las respuestas inmunes sistémicas y mucosas reguladoras. Los probióticos son capaces de prevenir y restaurar la activación excesiva de las respuestas inflamatorias, especialmente de las células T autorreactivas y de las citoquinas inflamatorias. Los probióticos tolerogénicos, mediante la inducción de células T reguladoras y el aumento de citocinas antiinflamatorias, desempeñan un papel crucial en el control de la inflamación y el mantenimiento de la tolerancia y la hemostasia. Por tanto, los probióticos pueden considerarse como una herramienta preventiva o terapéutica en la EM. En la presente revisión, nos centramos en los efectos inmunorreguladores de los probióticos tolerogénicos sobre la gravedad de la enfermedad, así como en las poblaciones Th1, Th2 y Treg en diferentes estudios experimentales y en humanos de EM”.

Bibliografía

En inglés

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En español

  • Suárez JE. Microbiota autóctona, probióticos y prebióticos. Nutr. Hosp. 2013; 28( Suppl 1 ): 38-41.
  • Gómez-López A. Microbioma, salud y enfermedad: probióticos, prebióticos y simbióticos. Biomedica. 2019;39(4):617-621.
  • Reinheimer J. Microbiota, microbioma, probióticos, prebióticos, edad y salud: conceptos intervinculados. Academia de Ciencias Médicas de la Provincia de Santa Fe. 2021;08.

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