/Difusión Facultad de Ciencias Médicas UNLP/
La gripe o influenza es una infección aguda de origen viral.

Los virus de la gripe circulan por todo el mundo y se reconocen tres diferentes tipos capaces de producir influenza estacional: A, B y C. Este último de menor frecuencia que los primeros.
En la actualidad se encuentran circulando en nuestro país los virus A (H1N1), A (H3N2) y B (linajes Victoria y Yamagata).
Estos virus se transmiten fácilmente entre personas, a través de la micro-gota expulsada al toser o estornudar, por un paciente enfermo, e inhalada por una persona sana; o por contacto con manos contaminadas por secreciones respiratorias, al usarse para cubrir la boca al toser o estornudar.
Los virus son capaces de desarrollar la enfermedad dentro de los 2 días de haber tomado contacto con ellos. Las personas afectadas suelen presentar fiebre y malestar general con dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta, secreción nasal y tos. Estos síntomas duran aproximadamente una semana.
La enfermedad suele ser particularmente severa en menores de 2 años, mayores de 65 años, mujeres embarazadas o personas con diabetes, enfermedades crónicas del corazón, pulmones, hígado o riñón, o hayan recibido un trasplante de tejidos u órganos.
La forma de prevención se basa en la consulta médica oportuna ante la aparición de algún malestar como los señalados, cumpliendo con adecuada higiene de manos y realizando la vacunación de los pacientes en riesgo de enfermedad severa, así como a quienes conviven con ellos y los trabajdores de la salud.
La vacuna antigripal es eficaz y segura. La constitución de la vacuna actual presenta cobertura para los virus circulantes en la actualidad.
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