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Los brotes del verano: Casos de toxiinfección alimentaria por Salmonella y psitacosis

/Fuente: Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires- FABA Informa /


Todos los veranos se repiten brotes de enfermedades que claramente son estacionales. Brote es un aumento inesperado del número de casos limitados a un tiempo, a un área y a un grupo de personas definidos. La diferencia entre un brote y una epidemia reside en que esta última abarca una mayor población y un área geográfica más extensa.

Muchos de estos brotes pasan desapercibidos debido a su limitada magnitud, a su poca expresión clínica o a la mala notificación de los casos. En este último punto es de destacar que en los últimos años, quizás por la pandemia, hay una mayor conciencia acerca de la importancia de describir los casos de enfermedades de notificación obligatoria.

El Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS) recopila información sobre los eventos de notificación obligatoria para ponerla a disposición de quienes deben tomar decisiones de salud pública o tienen a su cargo las acciones de control o prevención. El SNVS 2.0 integra a través del Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA) la notificación realizada por los médicos y por los laboratorios de nivel local, provincial y nacional, las direcciones de epidemiología, bromatología, centros de zoonosis, bancos de sangre, programas de prevención y control, entre otros. Esta red virtual se conforma a través usuarios habilitados en todo el país, tanto del subsector público como privado y de la seguridad social. Permite tanto la notificación de los distintos eventos, como el análisis sistemático y rápido de la información disponible.

Brotes de toxiinfección alimentaria

Si bien se producen brotes de diferentes etiologías, se hará referencia sólo a los causados por Salmonella, como el ocurrido recientemente en Berazategui. Éste fue un brote que comprendió a dos personas con síntomas severos de diarrea que habían consumido alimentos provenientes de una misma carnicería. Este brote tuvo trascendencia por el fallecimiento del caso índice.

Quienes han estudiado el brote intrahospitalario producido en la década de los 90 por Salmonella resistente a cefalosporinas de tercera generación (1), aprendieron que no todas las serovariedades de Salmonella entérica son capaces de transmitirse dentro del hospital a través de las manos del personal. Salmonella serovar Enteritidis (Salmonella Enteritidis) parece transmitirse sólo a través de los alimentos, por requerirse, al igual que para Salmonella Typhi, de inóculos extremadamente altos para provocar diarrea y/o fiebre entérica. Otras serovariedades, como Salmonella Typhimurium son más versátiles y pueden también transmitirse de persona a persona por requerirse inóculos más bajos.

El pequeño brote de Berazategui parece haberse transmitido a través de achuras o carnes en mal estado de conservación.

Las temperaturas del verano aumentan los inóculos (de salmonella) presentes en los alimentos y, si la cocción no es la apropiada, pueden quedar suficientes bacterias como para producir la enfermedad, que en individuos debilitados o inmunodeprimidos puede llegar a ser grave o tal vez fatal.

En este caso solo hubiera bastado con llegar a una temperatura de 70 °C y mantenerla por media hora.

El caso de los huevos es más complejo. En el oviducto de la gallina suele haber un número variable pero escaso de salmonelas por contaminación externa. Cuando se forma el huevo, pueden quedar atrapadas en su interior o ingresar a través de los poros de la cáscara, pero sin replicarse por efecto de la lisozima presente en la clara (2). Si el huevo se come crudo o se procesa ni bien se rompe, no ocurre nada porque el inóculo es muy bajo para que se produzca diarrea o cualquiera de sus complicaciones. El problema ocurre cuando se le agrega aceite, se mezcla y se prepara una mayonesa casera. Igualmente, si se consume de inmediato o se refrigera a 4 °C, no pasa nada. Generalmente cuando se prepara comida para un número considerable de personas, las heladeras suelen no dar abasto y se dejan los alimentos con mayonesa a temperatura ambiente. A 37 °C la salmonella se replica cada 30 minutos. Si partimos de un inóculo de 101 UFC/mL en menos de 8 horas pasa a ser superior a 105 UFC/mL, que es el umbral inferior que necesita Salmonella Enteritidis para producir diarrea y Salmonella Typhi para producir fiebre tifoidea. Si la temperatura ambiente es menor, el tiempo de replicación aumenta y quizás sólo Salmonella Typhimurium u otras serovariedades puedan hacerlo con inóculos de 103 UFC/mL.

Las verduras mal lavadas consumidas crudas pueden ser otro vehículo para la transmisión de Salmonella y otros patógenos entéricos.

Brotes de psitacosis

La psitacosis puede darse en forma de brotes pero también como casos aislados. Se transmite por aves infectadas [no solamente psitácidos (loros, cotorras, papagayos)] que, sometidas a algún estrés, como comida inapropiada, encierro o hacinamiento, liberan el agente etiológico de esta enfermedad (Chlamydia psittaci) a través de vómitos y excretas. Estos, una vez secos, forman aerosoles que pueden ingresar a la vía respiratoria de los seres humanos y producir fiebre, cefaleas, tos seca, confusión y hasta neumonía, que en ocasiones puede ser grave.

Los brotes (de psitacosis) por lo general ocurren en verano porque en esos meses aumenta el tráfico ilegal de aves dado que su reproducción ocurre en primavera y verano. Si bien otras aves pueden transmitir la enfermedad, los casos más graves y más frecuentes ocurren a través del contacto con psitácidos, por albergar C. psittaci de genotipo A, que es el más virulento (3).

En el pasado mes de enero ocurrió un brote intrafamiliar en la ciudad de Rafaela, que trascendió por el fallecimiento de uno de los afectados. Otras dos personas cursaron un cuadro respiratorio leve y la fuente de contagio parece haber sido un loro que recientemente habían recogido en la zona y que había muerto unos días atrás.

Para evitar contraer esta enfermedad se recomienda no mantener pájaros en condiciones de encierro, mantenerlos bien alimentados y bajo control veterinario, tener las jaulas limpias y desinfectadas y, al adquirirlos como mascotas, no hacerlo a través de traficantes ilegales ya que suelen tener a las aves en condiciones de hacinamiento.

Referencias bibliográficas

1. Rossi A, Lopardo H, Woloj M, Picandet AM, Mariño M, Galds M, et al. Non-typhoid Salmonella spp. resistant to cefotaxime. J Antimicrob Chemother 1995 Oct; 36 (4): 697-702.

2. Herrera BY, JABIB RL. Salmonelosis, zoonosis de las aves y una patogenia muy particular. REDVET 2015; 16 (1): 1-19.

3. Cadario ME, Frutos MC, Arias MB, Origlia JA, Zelaya V, Madariaga MJ, et al. Epidemiological and molecular characteristics of Chlamydia psittaci from 8 human cases of psittacosis and 4 related birds in Argentina. Rev Argent Microbiol 2017; 49 (4): 323-7.

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