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«Competencia ética y constructiva»: editorial del Dr. Claudio Cova, presidente de la FABA

/Fuente: Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires – FABA Informa /


Por Dr. Claudio H. Cova
Presidente de la Federación Bioquímica de la provincia de Buenos Aires

Atravesando ya tres meses del año 2023 no vemos novedades que impacten en el sector sanitario argentino, ni en lo estructural, y menos en lo en lo económico.

Siguen cerrando sus puertas establecimientos de salud sobre todo los pequeños y medianos y sobreviviendo los grandes, que van adquiriendo mayor poder al concentrase más los lugares de atención.

Siempre hablamos de que es difícil competir desde nuestros laboratorios (en su gran mayoría chicos y medianos) con los grandes laboratorios. Ahora vamos a avanzar sobre el significado del término competencia.

La palabra competencia tiene dos significados posibles, el primero habla de la disputa por aspirar al mismo objetivo.

Todos nuestros laboratorios aspiran a tener cada vez más trabajo, que cada día mayor cantidad de pacientes concurran a nuestros lugares de trabajo para poder crecer y superarnos en nuestras metas profesionales. La mayoría lo hace con herramientas nobles y válidas, a través del esfuerzo y la dedicación, de la mejora tanto profesional como instrumental, de herramientas publicitarias lícitas y contactos con los profesionales médicos con el objetivo de transmitir las diferentes situaciones que plantean los resultados obtenidos en el laboratorio.

Lamentablemente, otros apelan a acciones difícilmente comprensibles desde la ética profesional, estableciendo relaciones económicas con los médicos, consiguiendo a través de esas relaciones el dirigismo de los pacientes, sin que el paciente pueda elegir libremente por la calidad prestacional de cada laboratorio.

También están aquellos que invaden los espacios (por ejemplo de los laboratorios que están en los establecimientos con internación), sin respetar a los laboratorios allí instalados.

Sumamos a las malas acciones, las de aquellos que buscan lograr más trabajo, denostando o criticando el trabajo de sus colegas con dichos muchas veces tan falsos como arteros.

Formación profesional

La otra acepción de la palabra “competencia” es la capacidad para el desarrollo de algo, acá entra a jugar la formación profesional y las capacidades de cada uno para desarrollar la labor bioquímica.

En este punto desde las instituciones bioquímicas provinciales abogamos para el constante perfeccionamiento y formación de posgrado.

Cuando las dos definiciones de la palabra competencia se unen en su manera más sana, ahí es cuando crecemos tanto profesional como personalmente. Cuando nos respetamos, cuando los espacios de cada uno son genuinamente preservados, cuando apostamos en conjunto a mejorar nuestra preparación profesional, la bioquímica vuelve a ser la profesión que marca el rumbo en el sistema de salud.

Aprendamos y fomentemos la competencia ética y constructiva, veamos que cada uno tiene su lugar y su tiempo y lo cuidemos, sepamos que el bienestar del conjunto redunda el bienestar individual.

Demasiado nos aprieta la crisis permanente para que sumemos elementos que no ayudan a nuestra profesión. Veamos al colega como alguien que forma parte de nuestra misma comunidad profesional y no como nuestro enemigo.

Hemos atravesado momentos muy difíciles, y aún quedan muchos por atravesar, la única manera de poder hacerlo es unidos y respetándonos.

Somos la orgullosa comunidad bioquímica que unida siempre puede ir por más y es un ejemplo que pocas profesiones pueden imitar.

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